¿Cuántas veces no te ha pasado que vas a la peluquería esperando salir impresionantemente guapa, pero el estilista te deja más pelona que una bola de boliche? ¡Ya no más!
¿Cuántas veces no te ha pasado que vas a la peluquería esperando salir impresionantemente guapa, pero el estilista te deja más pelona que una bola de boliche? ¡Ya no más!